"La
innovación nos sacará de esta crisis." Bien
podría ser el titular de una noticia de un día normal que ha salido
de la boca de un político cualquiera. Los políticos hablan, todo el
rato. La mayoría del tiempo están perdidos en su mundo, pero en
raras ocasiones dicen algo con un poco de sentido. Suponen que en
alguna parte habrá alguna solución, aunque estén tan lejos de ella
que, si la ven, no la distinguen de un punto en el horizonte. Con la
innovación les pasa eso, ¿verdad?
Ahora
bien, sería menos preocupante, al menos para mí, si sólo fuesen
los políticos los que tienen carencias respecto a la importancia de
la innovación como motor para salir de la situación crónica e
insostenible en la que nos encontramos. Pero lo que veo a mi
alrededor es que empresarios, emprendedores y trabajadores no saben,
no valoran o directamente desdeñan lo que la innovación puede hacer
por todos.
Comenzando
por la definición, que hay muchas, personalmente me gusta aquella
simple que dice "utilizar la creatividad para producir algo".
Entonces, la diferencia entre creatividad e innovación es que la
segunda implica crear algo que se puede utilizar y que es mejor que
lo que había hasta ese momento. Es algo que se puede meter en lo
cotidiano, por ejemplo, en el trabajo, pues puedes cambiar un proceso
que estás harto de realizar 1000 veces sabiendo que es ineficiente y
que se podría hacer de otra manera: más rápido, más barato,
más....algo. Mejor.
En
estos días tengo en mis manos varias publicaciones sobre innovación,
que estoy acometiendo la agradable labor, en la mayoría de los
casos, de leerme a fondo, analizando, conociendo los pedacitos en los
que se puede desmontar este concepto tan manoseado y, a la vez, tan
pocas veces puesto en práctica de forma real.
La
pregunta después de leer tantas páginas y páginas sobre el tema
es:
¿Hacia
dónde hay que dirigir los esfuerzos para promover la innovación?¿A
aumentar la financiación?
Mi
opinión es que esa es una visión simplista, pues somos las
personas, con nuestras expectativas, esfuerzos, relaciones
actitudes, conductas y nuestra pasión, las que podemos cambiar el
panorama.