Si la respuesta es negativa, pues cambia de estrategia y comienza a negociar. ¿por dónde comenzar?.Lo primero que tendrás que tener claro son tus objetivos ¿ya los tienes? Después, cultiva tu asertividad, es decir, saber mantenerte firme en tus convicciones pero sin ofender a los demás.
El objetivo de la asertividad es conseguir una situación en la que todas las partes ganan. Eso, claro está, no es algo fácil, por ello tiene que ser algo aprendido y consciente, que tendrás que poner en práctica todos los días hasta que te salga solo.
Para ello, tendrás que hacer lo siguiente:
- Escuchar
realmente a la persona a la que tienes delante. Esfuérzate por
escuchar cada una de las palabras sin interrumpir.
- No
muestres emociones descontroladamente. Mientras escuchas, tienes
tiempo para madurar tus pensamientos y ordenar tus argumentos. Tu
cuerpo debe mostrar también ese control emocional. Vigila tus
posturas, resoplidos, a dónde miras, etc.
- No
te tomes las cosas personalmente. Separa a la persona del problema,
eso te dará perspectiva.
- Mantén
el contacto visual. La otra persona debe saber que tiene toda tu
atención.
- Habla
con voz controlada, expresando tranquilamente tu opinión y
aportando a la conversación en vez de menoscabándola con mensajes
destructivos.